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Helen Fisher: Teoría del Amor y los 4 Tipos de Personalidades

¿Sabes la importancia de tu personalidad a la hora de encontrar pareja? La Dra. Helen Fisher (2009), en uno de los últimos libros publicados al respecto de por qué elegimos unas parejas y no otras, titulado "Why him? Why her?" ("¿Por qué él? ¿Por qué ella?"), nos define 4 tipos de personalidades, cada una de las cuales ella asocia con una sustancia química del organismo, sobre las que se establecen las relaciones:

 

  1. Explorador

Estas personas conciben el amor como una aventura. Son impulsivas y autónomas, muy curiosas y suelen actuar según lo que "les ofrece el momento". El vocabulario de los exploradores suele estar formado por palabras como "aventura", "espontaneidad", "viaje", "nuevo" y "diversión".

Como en su composición química predomina la dopamina, estas personas buscan un compañero de juegos. Ven la vida como una gran aventura y quieren que alguien les acompañe en ella. Son muy impulsivos, curiosos y buscadores de sensaciones.

Los niveles elevados de dopamina también influyen en que los tipos exploradores estén motivados y orientados a objetivos, ya que están relacionados con el entusiasmo, la energía, la concentración y la asertividad. Dado que los tipos exploradores son propensos a aburrirse con facilidad, tienen que estar siempre en movimiento. Descubrir nuevos lugares, culturas y personas puede ayudarles a saciar su ansia de curiosidad. 

 

Los exploradores suelen sentirse atraídos por otros exploradores. Aunque parece fácil, puede ser todo un reto. Cuando dos exploradores se juntan, las chispas se encienden. Si no aprenden lo que es la paciencia en el camino, es común que dos exploradores choquen de frente.

 

  1. Director

El vocabulario de los directores suele estar compuesto por palabras como "inteligencia", "debate", "friki", "empollón", "ambición", "desafío" y "política". En su composición química es predominante la testosterona, estas personas buscan un compañero mental en sus amantes. Albert Einstein era un director clásico, con su confianza en sí mismo y sus modales audaces. Los directores son directos, de mente dura y decisiva. Además, valoran la lógica y por eso, a la hora de tomar decisiones, no se dejan llevar fácilmente por las emociones. A los directores les gusta la competencia y son pragmáticos, centrados, atrevidos y muy ambiciosos. Pueden ser tan independientes que pueden parecer lobos solitarios porque toleran el aislamiento extremo. Los directores tienen una gran inteligencia espacial y también musical y atlética.

 

Los directores rara vez se decantan por otros directores. En su lugar, van a por su pareja opuesta, que es el negociador. Esto ayuda a que se atraigan el uno al otro. Aunque el director y el negociador suelen formar una buena pareja, pueden surgir problemas. Los directores, por ejemplo, tienen tendencias adictivas al trabajo. Para que los directores tengan relaciones satisfactorias, deben aprender lo que significa usar el corazón en lugar de la cabeza.

  1. Constructor

Las personas constructoras tienen como principal valor la familia, los amigos y la unión de los suyos. Son personas serenas y sociables, muy pacíficas, sin asumir riesgos.

El vocabulario de los constructores suele estar formado por palabras como "familia", "honestidad", "moral", "valores", "confianza" y "lealtad". Como su composición química es predominantemente serotonina, estas personas buscan un amante servicial. Son creadores de redes naturales y respetan las normas y la autoridad en la sociedad. 

 

Los constructores son planificadores por naturaleza y les gusta programar las cosas con antelación. Tienen buen ojo para los detalles y son lineales en su forma de hacer las cosas paso a paso. Son pensadores concretos, orientados a los hechos, y se ciñen a la tradición. También son buenos gestores y administradores por su gran capacidad para resolver problemas, su persistencia y su fiabilidad. George Washington era un constructor por su carácter cumplidor y sus formas meticulosas.

 

Los constructores suelen sentirse atraídos por otros constructores. Estas parejas suelen ser los novios del instituto de los que se oye hablar y que siguen casados sesenta años después. Aunque parezca idealista, eso no significa que los constructores no tengan su cuota de obstáculos que superar en sus relaciones. Por ejemplo, los constructores pueden ser rígidos en sus reglas, horarios y tradiciones. Como resultado, dos constructores pueden discutir sobre lo que perciben como la "forma correcta" de hacer las cosas. Es importante que los constructores mantengan la mente abierta y aprendan el valor de la flexibilidad para ayudar a mejorar y evolucionar ellos mismos y sus relaciones.

  1. Negociador

Son expresivas, empáticas e idealistas. Suelen ser perfiles muy sensibles a la vez que imaginativas y con una mente muy abierta. Necesitan profundizar en los sentimientos y que se satisfagan sus necesidades emocionales. 

El vocabulario de los negociadores suele estar formado por palabras como "amabilidad", "sensibilidad", "empatía", "dulce", "aprendizaje", "azar" y "lector". En su composición química son predominantes los estrógenos. Los negociadores son conocidos por ser los filósofos de los grupos porque su alto nivel de estrógenos les permite tener un pensamiento amplio. Esto les ayuda a conectar una amplia gama de ideas, conceptos y teorías entre sí. Esto ayuda a los negociadores a pensar naturalmente de forma abstracta y les proporciona una vívida imaginación. Como resultado, esto les convierte en soñadores habituales. Los negociadores son personas muy intuitivas, que confían en sus instintos a menudo porque son presentistas naturales.

 

Mientras que los directores confían en la lógica, los negociadores confían en su intuición. Los negociadores también toleran la ambigüedad, tienen una gran flexibilidad mental, son agradables, confiados, empáticos y emocionalmente expresivos. Son verdaderamente altruistas y tienen una gran habilidad para detectar matices sutiles en la lectura de los rostros y el lenguaje corporal de las personas. Por ello, los negociadores son psicólogos naturales. Además, también son muy introspectivos, lo que les convierte en los sabios filósofos que son.

 

Sin embargo, los negociadores pueden tener problemas en sus relaciones cuando se fijan en comentarios y críticas casuales. Tienden a tomárselos como algo personal y pueden hacer que guarden rencor durante meses o incluso años. Los negociadores también son propensos a la depresión y pueden exagerar cuando se sienten constantemente perdidos. Siempre en busca de sí mismos, pueden volverse excesivamente ensimismados, acomplejados y autocríticos. Gandhi era un negociador por su capacidad de pensar en el panorama general, su elocuencia y su habilidad para manejar a la gente.

En base a esto, lo que sí debemos saber es que, si una persona con una base "constructora" (persona más convencional, más apego a la seguridad, sientes la rutina como algo importante en tu vida, la estabilidad, la seguridad, etc.) se une a una persona con base "aventurera" (necesidad de nuevos estímulos, les aburre la rutina, sensación de seguridad no necesaria, etc.) el contraste es muy evidente, y aunque a veces "los polos se atraen" debe haber una comprensión y una comunicación muy resaltada. 

Cualquier asociación puede ser buena siempre que nos conozcamos y seamos conscientes de que el otro es diferente a mí. Cada uno construye la pareja desde un ámbito distinto, y no por ello es peor. Desde aquí lo importante es trabajar con el respeto y el entendimiento, valorando que el otro también está construyendo, pero desde otra parte. Es vital aprender a pedir, incluso pedir que nos sorprendan, sin esperar que el otro sea igual que yo.

¿Ya tienes claro tu personalidad? 

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